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Genealogía hermenéutica de lo posmoderno en la antropología del Sur global, desde el enfoque positivista hasta el giro ontológico.
Se rastrea y reflexiona sobre lo hermenéutico para discutir los entendimientos categoriales de lo considerado como la referencia y la verdad antropológica a través de las preferencias teórico metodológicas planteadas por vertientes de la antropología posmoderna desde el Sur Global. Con el marco clasificatorio propuesto por Jíirgen Habermas: posmodernidad antimoderna, posmodemidad, paleoconservadora, posmodemidad neoconservadora y posmodemidad ético-critica, se evidencia que en particular la antropología ecuatoriana, ha transitado desde la paleoconservadora con el paradigma positivista, expresado en esquemas clasificatorios evolucionistas, que ubicaban a las poblaciones desde la “más salvaje” a la “más civilizada”, para justificar la necesidad de la “civilización”, y de la incorporación de las poblaciones al Estado nación hasta los años 60s en los que se asume una posición crítica antimoderna en la que se cuestiona lo colonial. Y esto da paso a un importante desarrollo de una corriente poscolonial en los entendimientos sobre la referencia y la verdad antropológica sostenidos hasta la irrupción del indigenismo ecuatoriano, por ejemplo, pero también en movimientos de afro-reparaciones, en países caribeños como Barbados, Jamaica y Haiti, o desde el caso emblemático de Sudáfrica. Son realidades distintas pensadas desde el Sur global, con su particularismo histórico para mirar la pluralidad de trayectorias, en sus propias singularidades. Y con la incidencia del relativismo cultural, postulado del particularismo histórico, se entiende que cada cultura es valorable en sus propios términos, aquí se puede argumentar una posmodernidad ético crítica, sobre todo en el relacionamiento y redefinición de términos como “raza” y cultura. Otros paradigmas tienen que ver con la ecología cultural, estructural funcionalismo y estructuralismo donde importa los temas de la adaptación y la organización social y la esfera del socio lingüística. Luego, ingresa con fuerza el neomarxismo, en las variantes del análisis del sistema-mundo capitalista. El influjo de la teoría de la dependencia y los cuestionamientos sobre la antropología colonial fue también importante; no obstante, los estudios de relaciones interétnicas precedieron. Es válido mencionar procesos descolonización de la antropología en el Sur Global, particularmente desde el pensamiento latinoamericano y los estudios poscoloniales afrocentrados, como la crítica del senegalés Cheikh Anta Diop a la antropología colonial. El cuestionamiento a la antropología occidental etnocéntrica, abre espacios a lo largo del siglo XX para repensarla desde una perspectiva ética, teórico-epistemológica, enfocando nuevos abordajes sobre las diásporas africanas, desde los países aún conocidos del “Tercero mundo”. Más adelante, la antropología se enfoca en la situación contemporánea política, el activismo indígena y/o campesino latinoamericano, con énfasis al escenario ecuatoriano, con una atención a lo político desde una teoría postestructural y desde una antropología crítica, desde 1980 y 1990, con trabajos de etnografía multisituada que resaltan entramados político-económicos, colonialismos internos y conexiones globales. Vemos por otro lado, una progresiva ruptura con el dualismo naturaleza-cultura, que irá hilando el paso al giro ontológico en la antropología.
Giro antológico, Sul Global, colonialism